Cevallos: "Soy padre de 3003 niños"
El día esperado por todos los niños y niñas de la Aldea Infantil SOS de Quito por fin había llegado: jueves 27 de noviembre del 2008. Cuando él llegó, la voz se corrió muy rápido en la Aldea: "Cevallitos ya está aquí, Cevallitos ya está aquí". Muchos niños, entonces, salieron a recibirle emocionados, a pedirle autógrafos, a conocerlo en persona. En efecto, José Francisco Cevallos, Embajador SOS 2008-2009 del Ecuador ante la FIFA, ayer visitó gustoso la Aldea Infantil SOS de Quito y compartió una inolvidable tarde con los niños de las familias SOS.
Lo mejor del "programa" del día de ayer fue su espíritu familiar y espontáneo. Después de dar un breve recorrido por la Aldea, subimos al salón de eventos, el cual se encontraba atestado por los niños y niñas a la expectativa. Un cartel decía: "Pepe Pancho Cevallos: Bienvenido a la Aldea Infantil SOS de Quito". Y así fue. Pero, nuevamente, quien se robó el escenario fue José Francisco. Cada vez que lo conocemos un poco más, ratificamos su extraordinaria calidad humana. José Francisco no se quedó sentado al frente. Fue donde estaban sentados los niños. Tomó el micrófono y comenzó a conversar con ellos como si fuese su amigo de tiempos. Y fue una conversación muy participativa, porque él les hacía preguntas así como ellos a él.
José Francisco recorriendo la Aldea Infantil SOS de Quito.
Él les preguntaba, por ejemplo, "¿Qué quieren ser de grandes, niños?" y ellos a él le preguntaban "¿Por qué se hizo arquero?", entre muchas otras cosas. Los niños pasaban entusiasmados a preguntar, y José Francisco los recibía de brazos abiertos. Se sentía, entonces, una conexión entre ambos: tanto los niños de las familias SOS como José Francisco estaban muy felices de compartir ese momento. José Francisco les confesó a los niños que él comprendía muy bien lo que ellos estaban sintiendo, porque cuando él era niño también soñaba con conocer a un futbolista profesional. "Me acuerdo que mi jugador favorito en ese entonces era Lupo Quiñonez", rememora José Francisco. Y su mensaje, pronunciado carismáticamente con un toque de sabiduría y con su voz calma y fija, fue muy bello y edificante, que de seguro nunca lo olvidarán:
José Francisco conversó con los niños y niñas de las familias SOS de Quito.
"Sueñen, hagan las cosas con amor, sean felices; pero cumplan las mínimas obligaciones que tienen: respetar, hacer caso sus padres, y estudiar, para que sean hombres de bien en el futuro. De aquí saldrán los futuros futbolistas, economistas, arquitectos, médicos, políticos, etc., del país, pero para eso deben estudiar. Mi padre, que en paz descanse, y mi madre, me apoyaron cuando les dije que quería ser futbolista. Pero me dijeron que mi primera obligación eran los estudios. Y así fue. En las mañanas estudiaba. Llegaba, hacía los deberes. Y por la tarde me iba a entrenar. Si hacen esto, y si le ponen mucha fe y mucho amor, ustedes también serán exitosos y famosos. Ese va a ser mi orgullo: verlos como hombres de bien en el futuro".
De modo que cuando él les pregunto "Entonces, niños, ¿cuál es el compromiso de ustedes?", los niños al unísono respondieron: "¡Estudiar!". Para una próxima ocasión, José Francisco les ofreció ir con pantaloneta, pupos y guantes para jugar fútbol con ellos, lo cual desató aún más la algarabía de los niños. Después de apreciar el talento musical y el carisma de Rodrigo -un joven de 18 años de esta Aldea- y tras recibir una manualidad de los niños de la Aldea en medio de una danza folclórica cual si se tratase de una ofrenda de agradecimiento, la "Tía" Guadalupe, Madre SOS de la Aldea, le tenía preparado un té y un rico pastel en su casa a José Francisco, donde también contamos con la importante presencia de reporteros de Teleamazonas, de Gama y de Por Fin Empleo. Con su humildad y cordialidad características, José Francisco compartió este te con la familia SOS de la Tía Guadalupe justamente como si ésta fuese su tía.
Al momento de las entrevistas José Francisco expresó que él no era lejano a la situación de los niños y niñas de Aldeas Infantiles SOS Ecuador, porque él también sufrió la ausencia de su padre desde niño, mas lo importante es que nuestra organización crea un hogar para estos niños a fin de que puedan superar esta ausencia. Por eso él ayuda a los niños "encantado y orgulloso". Y es que "si yo no hubiese tenido familia, no habría podido cumplir mis sueños. Ahora soy padre de 3003 niños, incluyendo a mis tres hijos", menciona José Francisco, cuya presencia aquí y cuya labor como Embajador SOS 2008-2009 del Ecuador demuestra que el deporte y la solidaridad siempre van de la mano.
José Francisco frente al micrófono y las cámaras, pero siempre junto a los niños.
El mensaje de Cevallos para la población es que, por estas razones, colaboren o ayuden a cumplir la misión de Aldeas Infantiles SOS Ecuador, que es lo mismo que decir que ayuden a regalar un verdadero futuro de bien a la niñez vulnerable o desprotegida del país.
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ONG ALDEAS INFANTILES ECUADOR
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